En los tiempos actuales, los valores de una empresa son un elemento fundamental en sus esfuerzos de comunicación y marketing. Saber expresar su misión, qué le mueve y cuáles son sus preocupaciones es la mejor manera de conseguir una audiencia con sentido de pertenencia, empatía e identificación. Y eso, hoy en día, prácticamente gira alrededor de un solo tema: el cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad. La famosa Agenda 2030 de las Naciones Unidas ha creado un marco común y definido unos objetivos globales de cuidado del medio ambiente, y las empresas se preocupan no solo por colaborar a estos fines con diversas acciones, sino también por apuntalar su reputación a base de comunicarlas.

La Agenda 2030 plantea 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible con los que esperan un esfuerzo común que ayude a detener los efectos negativos del desarrollo económico en el medio ambiente. Y, en ese esfuerzo común, que sobre el papel impulsan los gobiernos y al que se suman las empresas y la sociedad civil, la comunicación y la concienciación juegan un papel fundamental. Pero, incluso en este ámbito, cada agente debe saber bien cuál es su papel.

Para que las empresas puedan utilizar sus acciones como palanca en su estrategia comunicativa, y sirvan como refuerzo a sus valores de marca, deben establecer unos límites y seguir unas directrices fundamentales. Esto ayudará a que la audiencia se sienta más identificada, a tener una misión bien definida y a no ir más allá de las que deberían ser sus responsabilidades corporativas, lo que a la larga sería contraproducente. Aquí van cuatro puntos:

Valores empresariales y la identificación del público

En la actualidad, los consumidores no solo buscan productos o servicios de calidad, sino que también desean estar en sintonía con los valores de las empresas que eligen. Los departamentos de comunicación y marketing desempeñan un papel crucial al comunicar estos valores a través de campañas publicitarias, estrategias de contenido y participación en redes sociales. La coherencia entre los valores de la empresa y las acciones concretas es esencial para ganarse la confianza del público.

Sostenibilidad y Medio Ambiente

La sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente son dos áreas que han cobrado un protagonismo significativo en los últimos años. Las empresas están adoptando prácticas sostenibles y responsables en sus operaciones para cumplir con los ODS, lo que incluye reducir su huella de carbono, minimizar el desperdicio y promover la conservación de recursos naturales. Los departamentos de comunicación y marketing tienen la tarea de transmitir estos esfuerzos de manera transparente y efectiva a sus audiencias.

Cuidado con la política

Una empresa comprometida con el medio ambiente y la sostenibilidad es siempre algo positivo, pero en muchos sectores de la población el término de Agenda 2030 tiene una connotación ideológica. Es importante que las empresas sepan diferenciar las acciones enfocadas al bien común y al cuidado del planeta con cualquier manifestación política, y el papel de los departamentos de comunicación y marketing es crítico en ello. Se pueden crear narrativas, realizar acciones y resolver desafíos desde una posición inspiradora alejada de cualquier enfoque político, de lo que convendría mantenerse al margen.

Nada de histeria colectiva

Como en tantos otros ámbitos, algunas noticias acerca del cambio climático están envueltas en ocasiones de un tono sensacionalista, alarmista y extremo. Incluso en algo positivo como el cuidado del medio ambiente, caer en histerias colectivas puede ser contraproducente para todas las partes. Y no es papel de las empresas contribuir a ese ruido. Aportar un granito de arena sí, concienciarse y ayudar a concienciar, también. Pero sin cruzar ciertas fronteras que podrían hacer que contribuir al bien común y al cuidado del planeta terminase siendo una forma de activismo o, peor, de desinformación.

Muchas empresas enfocan ahora las acciones de cuidado del medio ambiente y la pelea por los objetivos de sostenibilidad de la Agenda 2030 como un deber ético. Y, como siempre, no solo se trata de lo que hacemos, sino de lo que comunicamos. Demostrar ese compromiso de forma acertada, sabiendo los límites de la responsabilidad corporativa y el ámbito en el que deben moverse, es la mejor manera para que empresa y público se unan por un objetivo común.

En resumen, los departamentos de comunicación y marketing de las empresas tienen un papel esencial en la promoción sus valores corporativos y de las acciones que los ponen en práctica. La coherencia entre los valores declarados y las acciones reales, así como la transparencia en la comunicación, son factores clave para construir una reputación corporativa sólida y ganar la confianza del público. La sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente se han vuelto fundamentales en esta ecuación, y las empresas que adopten estos valores estarán mejor posicionadas para prosperar en la era de la sostenibilidad y la responsabilidad social.

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